Gallipato (Características, origen y ciclo de vida)

Gallipato es un anfibio que en ocasiones crece hasta los 30 cm. Tiene una piel rugosa y está revestida de varios pequeños tubérculos acabados en una punta negra. Los Gallipato machos son más finos, tienen patas más largas que las hembras. Cuando se sienten amenazados acoge un comportamiento defensivo, arqueando el cuerpo. Gallipato (Características, origen y ciclo de vida)

Características del Gallipato

Origen

Investigaciones basadas en análisis haplotipos mitocondriales muestran que la distribución inicial de esta especie comenzó de África a Europa y viceversa hace unos 14 millones de años.

Ciclo de vida

El gallipato, se reproduce en la temporada de lluvias. El apareamiento sucede dentro de agua, se puede ver como el macho aferra a la hembra por la parte inferior y enlazando las patas. Ambos pueden permanecer de esta forma durante días. Durante este procedimiento, el gallipato macho libera un grupo de células espermáticas luego la hembra lo toma y guarda hasta la fertilización.

Luego de unos dos días, la hembra llega a poner de 800 hasta 1500 huevos encima de una vegetación o hasta incluso debajo de piedras dentro del agua. Se encuentran resguardados por una membrana gelatinosa. Los huevos eclosionan dentro de unos trece a 18 días, con una transformación que sucede a los 3 meses luego de su nacimiento y termina con la larva para luego tomar la forma de un adulto. Pueden vivir de 11 a 20 años.

Características del Gallipato

Descripción

Ciertas personas cuando ven por primera vez un gallipato, piensan que se basa de algún tipo de lagartija, por su físico estilizado y solo en ocasiones lo relacionan con los anfibios.

Tamaño

El más grande cuenta con una longitud de 30 cm desde la cabeza hasta la cola, inclusive se han definido ejemplares de 32 centímetros. De todos los tamaños y medidas las más usuales están entre los 15 y 20 cm.

Cabeza

La cabeza de un Gallipato es ancha, aplastada con ojos son pequeños, un poco adelantados y sobresalientes, de color grisáceo o marrón con pupilas redondas y negras. No poseen parpados. El hocico es suficientemente redondeado. En la garganta posee un doblez cutáneo a modo de collar que toma el nombre de un pliegue gular.

Piel

La piel de un Gallipato es arrugada y está revestida de pequeños bulbos acabados en punta negra. La tonalidad es marrón, olivácea, sin embargo depende de las zonas como la temperatura ambiental, matiz del entorno, claridad del momento o agua donde habita. En la zona posterior tiene unas manchas curvadas y más oscuras que el color general, que se hacen más evidentes en el vientre, ya que es más claro. En ambos lados podemos observar unas filas de 7 a 11 bulbos glandulares de una coloración anaranjado que en ocasiones sobresalen los extremos afilados de las costillas.

Cola

La cola, es muy musculosa, y más larga que el cuerpo, y está comprimida adyacentemente. En su zona superior posee una cresta que es más desarrollada durante el tiempo del celo. Las extremidades dorsales poseen 5 dedos que son más largas que las anteriores, que poseen solo 4 dedos. Los machos son más elegantes, ya que poseen una cola y patas más largas que los Gallipato hembras y durante la época de celo desarrollan una callosidad nupcial oscura en patas y brazos que proporcionan el acoplamiento. Las hembras consiguen mayores tamaños, con un cuerpo más engrosado.

Distribución geográfica

El Gallipato es un género de distribución ibero-magrebí, visible en gran parte de la zona península Ibérica y hacia la zona norte de Marruecos, encontrando diferencias genéticas entre las ciudades hallados a ambos lados del sitio. Por la zona norte consigue hasta los distritos de León, Palencia y hasta la región de Tarragona al este.

Estado de conservación

El hombre desde épocas remotas ha desaguado las zonas húmedas y ha transformado el hábitat del gallipato. En desagravio y sin saberlo en ocasiones también lo ha favorecido, pues al crear albercas, charcos, tinas y charco para el ganado, ha aumentado los lugares competentes para su reproducción y ha permitido la emigración de nuevas zonas. Pero los nuevos cambios de uso de la superficie a los que frecuentamos, do ce conservación haya variado completamente a su estado original.

Los estanques de riego que antes existían a ras del suelo permanecen secos y abiertos y son suplantadas por almacenes metálicos elevados o son revestidos totalmente para impedir que el agua se evapore o se contamine, eliminando la eventualidad de que puedan ser usadas como punto de reproducción para esta especie.  Los pozos habituales igualmente son suplantados por modernos sondeos plenamente cerrados, las tinas del ganado actualmente son bañeras viejas o potes metálicos. Los cultivos se están transformados a pasos agigantados en plantaciones, gastando enormes cantidades de aguas subterráneas que inicialmente surtían a albercas y fuentes naturales donde habitaban estos anfibios.

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