Órganos Sensoriales (Características y concepto)

Los Órganos Sensoriales son los ojos, piel, nariz, legua y oídos. Estos Órganos sensoriales humanos gozan de receptores que se encargan de transferir información por medio de las neuronas sensoriales las cuales llegan a los lugares apropiados adentro del sistema nervioso. Órganos Sensoriales (Características y concepto)

características de los Órganos Sensoriales

Cada órgano sensorial domina diferentes receptores. Los emisores generales se hallan por todo el cuerpo debido a que están en nuestra piel, los órganos viscerales en la zona abdominal, los tendones y las articulaciones. Los emisores vitales tienen los quimiorreceptores (receptores químicos) que se encuentran en la nariz y boca los fotorreceptores (receptores de luz) que se encuentran en los ojos y los meco-receptores que se encuentran en los oídos.

Características de Órganos Sensoriales

Receptores táctiles

Los receptores táctiles son un tipo de mecanoreceptor porque se impulsan por perturbación mecánica de la membrana celular. El axón se halla en la piel superficial o profunda y logra estar encapsulado por membranas especializadas que amplifican la presión. Cuando se aplica el tipo adecuado de presión a la piel, estas membranas pellizcan el axón y hacen que se dispare. El potencial de acción viaja desde el punto de origen hasta el cuerpo celular de la neurona, que se halla en el ganglio de la raíz dorsal. Desde allí, continúa por medio de otra rama del axón hacia la médula espinal, incluso hasta el tronco del encéfalo.

Receptores de la visión

Los órganos campaniformes son propioceptores  en los insectos que juegan un papel en el control de retroalimentación de la posición del cuerpo, así como en los programas normales de motores para caminar que permiten el movimiento coordinado de las seis patas.

Los receptores de la visión se llaman fotorreceptores porque los estímulos que los activan son fotones de luz. Los dos tipos de fotorreceptores se designan bastones y conos. Las varillas solo perciben la intensidad de la luz, mientras que los conos consiguen sentir tanto la intensidad como el color. Mientras que los conos funcionan mejor con luz brillante, las barras funcionan mejor con luz tenue. Asimismo, las varillas están ubicadas de forma difusa sobre la retina en la parte posterior del ojo, pero los conos se sitúan en la línea central de visión en una región de la retina llamada fóvea. Por esta razón, los objetos tenues en la oscuridad logran verse mejor desde la visión periférica que desde el enfoque directo.

Receptores auditivos

Los receptores auditivos, o células ciliadas, son receptores mecánicos situados dentro de una estructura espiral ósea llamada cóclea. Los sonidos son interpretados por el cerebro a partir de patrones de presión del aire causados ​​por la vibración de los objetos. Los sonidos igualmente consiguen viajar por medio del agua u objetos sólidos. En los mamíferos, la presión en el aire se transforma en presión mecánica por medio de tres huesos de la oreja llamados malleus, incus y stapes, situados en el oído medio.

Las ondas de presión que golpean el tímpano, una membrana delgada que separa el centro del oído externo, lo obligan a empujar hacia adentro.

 Receptores de equilibrio

Los receptores de equilibrio de vertebrados se hallan en un órgano especializado en el oído interno llamado órgano vestibular. Esta estructura está situada directamente adyacente a la cóclea y está combinada por un triplete de canales semicirculares, cada uno de los cuales está orientado en un plano diferente: el eje X, Y o Z. El movimiento del líquido en estos tubos originado por la rotación de la cabeza o el cuerpo se mide por las células ciliadas vestibulares. Los estereocilios de estas células están incrustados en un material gelatinoso llamado membrana otolítica.

Receptores del olfato

Los receptores del olor, o las neuronas sensoriales olfativas, son quimiorreceptores, lo que significa que la unión de las moléculas hace que estas neuronas se activen. Las neuronas olfativas extienden una dendrita única a la superficie de la piel en la nariz, donde se difunde, junto con las dendritas de otras neuronas, para formar un gran botón. Las proyecciones delgadas como pelos se extienden desde este botón hasta la capa delgada de moco dentro de la nariz. Estas proyecciones contienen una amplia gama de receptores para los odorantes, de modo que todas las neuronas olfativas pueden responder a un olor particular. El número que realmente responde es relativo a la concentración de las moléculas aromáticas en el aire.

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